Artistas escobarenses
Oscar Taibo: la mecánica del cuento
Oscar Taibo publicó este mismo año, La casona amarilla y otros textos allí reúne cuentos, relatos y poemas. El capítulo poético se llama Digresiones porque irrumpe entrre los engranajes de la prosa. Este autor conoce los extraños mecanismos del cuento que le permiten llevar adelante la narración con personajes verosímiles, algunas apariciones fantásticas, reflexiones o sentimientos, muchos de ellos caracterizados por el final sorprendente. El humor es un engranaje de esta maquinaria donde aparece el ferrocarril y las lanchas, la estación, las vías y la isla, el Delta del Paraná. El amor, la infidelidad, el terror planificado, la anécdota o el objeto maravilloso aparecen retratados sin grandilocuencias pero con la certeza de llevar adelante el hilo de la trama atrapando al lector de punto a punto.
Reza la reseña del libro:
“La brevedad, esa característica tan necesaria en la posmodernidad, es el rasgo distintivo… Crónicas de vida que muchas veces nos transportan a un replanteo metafísico de la realidad. Oscar Taibo con pocas palabras nos muestra una habitualidad que muchas veces el ritmo frenético nos impide percibir.”.
El título del libro refiere al cuento que le da nombre y que representa, un poco, el lugar donde nació el libro: una sede de sindicato docente donde el autor concurrió a un taller literario. Este libro puede enmarcarse dentro de la literatura latinoamericana ya que, seguramente, algunos referentes literarios influyeron sobre su prosa, podría ser el caso de Adolfo Bioy Casares, Mario Benedetti o Eduardo Sacheri, entre muchos otros.
Un fragmento de la obra, donde su poética se funde con los tópicos de su prosa:
FIN DE LA ESPERA
A las tres de la mañana suena el teléfono
en el tercero “D”.
Una, dos, tres veces…
Pablo no atina a moverse.
Duerme tirado en la cama, sin desvestirse,
luego de una noche de excesos.
Cuatro, cinco, seis veces.
El contestador cumple con su monótona tarea:
–Te comunicaste con Pablo Ibañes. En este momento no puedo atenderte. Déjame un mensaje después de la señal. En breve contestaré tu llamado.
Del otro lado de la línea, Hilda calla.
Sabe que no la llamará.
Cuelga el teléfono y llora.
Son las tres de la mañana
Una buena hora para comenzar a olvidarlo.
Oscar Taibo construye en sus textos todos los engranajes para que el texto arranque con su extraño funcionamiento. Y de esta manera, sus textos producen “extrañamientos”, una nueva forma de observar la realidad porque como dijo el general Sócrates: “La única verdad es la realidad”. Para rematar esta historia podríamos decir, citando a Rilke: “La patria es la infancia”.
txt: Cristián Trouvé