Alarido, de Cristian Zarza

Este libro de cuentos toma su título del texto central del volumen. La selección no de relatos no es antojadiza, un hilo transversal las une: se trata de un grito gutural, de lo inevitable, lo fatal, casi una idea teleológica.

En Knock Out, la tensión está puesta sobre la posibilidad del ascenso social a través del boxeo profesional, y esa esperanza se mantiene viva durante toda la lectura.

La carta más cruel del mundo conlleva una paradoja insoslayable: el título del cuento tiene el doble de palabras que el contenido de la carta a la que refiere. Algo que solo puede pasar en la literatura.

Alarido estiliza un mito griego clásico, el mito de Edipo. Tranquilamente podría ser una reversión aún más oscura que la original. En Edipo Rey, Sófocles dramatiza la historia de Edipo, un príncipe condenado por el destino (aunque hace todo lo humanamente posible para escapar de ese destino escrito) a matar a su padre y casarse con su madre. El oráculo de Delfos le traduce la premonición al rey: su hijo a punto de nacer, lo va a matar y se va a casar con su esposa (con la propia madre). Anticipado el futuro, el rey manda a matar al recién nacido. El encargado de tal terrible tarea abandona al niño en el bosque: unos pastores lo llevan consigo Edipo termina siendo adoptado por la familia real de otro reino pero nunca se entera de que no era el hijo natural de tales reyes. En la adolescencia, es Edipo el que consulta al oráculo y obtiene la misma respuesta que años atrás le había dado a su padre biológico: “Matarás a tu padre y te casarás con tu madre”. Huye del reino para no hacer, precisamente, lo que termina haciendo… Y si bien, Alarido, no transcurre en la Grecia Clásica, ni hay oráculos, ni reyes, ni niños adoptados… el sustrato de la prohibición moral es el mismo: La prohibición del incesto.

Relatos breves, contundentes, con tramas inquietantes que no solo demuestran el oficio de escritura que tiene Zarza, sino que también nos muestran que en la angustia, en los temas sensibles o incómodos también está la belleza de la palabra.

txt: Cristián Trouvé