Luis Julio Salom: simbolismo de la palabra

Sabemos que en su vida literaria ha publicado ocho libros, y que siempre fue elegido por la lírica y el género ensayístico. Lo conocemos como un hábil  y sutil poeta, un analítico investigador de casos; un recopilador de la historia. Sin embargo, con Relatos con naturaleza  (editado por la escobarense Maxbrod) se animó a incursionar en el género narrativo.

Hay una literatura que surge de la observación con frases breves, intenciones precisas, descripciones precisas y unos finales que nos dejan reflexionando. Porque Salom no recurre a metáforas usadas y siempre logra esquivar los lugares comunes. Aunque utilice un vocabulario accesible hay mucha literatura en sus textos, y no se trata jugar a la intertextualidad con otros autores, referir citas de autoridad o avanzar en un texto hermético. Nada de eso: el texto es diáfano para cualquier lector, las historias respetan la estructura del relato (a diferencia del cuento su estructura es más laxa y más permisiva contra la estructura casi arquitectónica del cuento).

Sin embargo, sus narraciones son simbólicas, aunque el símbolo no sea univoco sino que acepta varias hipótesis de lectura con argumentos sólidos, en cada una. No hay una metáfora en el texto, encriptada hasta lo posible que cuando la descubrimos no admite otra posibilidad de interpretación sino que hay hipótesis de lectura múltiples y varias de ellas muy válidas.

En su Relatos con naturaleza hay quince relatos breves: Es culto y popular, su tono rescata el pueblo de Los Cardales.

El título del libro atraviesa transversalmente los textos: aves, primavera, otoño, viento, arroyo, verdes. La Pajarera, El espejo de Villa Elisa, Genética libertad tiene personajes animales que se encuentran ante oposiciones a resolver: aves encerradas frente a vuelos en V, luz y oscuridad.

En su último libro publicado Señales en voz baja retorna a la poesía y a sus temas eternos: el hombre, el universo, la libertad, la soledad, el tiempo y el espacio, el amor, los limites, Dios, el universo, la naturaleza…

Un resabio filosófico se cuela entre sus versos, una sustancia que lo lleva a la duda, a la pregunta, a la existencia. Una búsqueda en la indagación de la semántica, de la fonética, como si la palabra escondiera un significado tribal, primigenio y el poeta hiciera el trabajo del antropólogo, del brujo, del que descifra jeroglíficos.

Un yo lírico que desciende hasta lo más profundo e indaga sobre los símbolos y las palabras.

txt: Cristián Trouvé