Cultura

Ciclo Recitales Poéticos: Thais Spadaro & Ignacio Vázquez

Con una treintena de participantes, el jueves pasado se desarrolló un nuevo episodio de Recitales Poéticos con la participación de los escritores Thais Spadaro e Ignacio Vázquez, a través de la plataforma Zoom, a las 19 horas.

El jueves poético
La jornada del 15 de julio tuvo una duración de dos horas y en un primer momento los protagonistas fueron entrevistados por Martín Pozzo y ambos autores recorrieron diversos temas de su obra artística y vida profesional.

Los protagonistas
Thais Spadaro escribió el ensayo ganador del concurso de la Casa Ana Frank, Argentina (por la autora de El diario), cuyo premio la llevó de visita a Holanda, y publicó un trabajo en el libro editado en honor a Tilo Wenner “Ejercicios para no llorar en vano. Una versión posible”
Nos contó que luego del viaje a la real casa museo en Holanda, decidió que debía volver a nuestro país con la convicción de continuar el mensaje de Ana Frank quien en sufriendo el encierro por la persecución nazi seguía creyendo en la bondad de las personas. Nos recomendó los escritos, a través de las redes sociales, de CinWololo.
Llegado el turno de Ignacio Vázquez, el autor de La rebelión de las piezas (64 estrofas de un poemario en octavas reales) y Puente del aire (poemas varios), comentó sobre su participación en los blogs como Lisarda baila cumbia, o en revistas como Cerdos Y Peces (dirigida por Enrique Symns) o Tse tsé (dirigida por Reynaldo Jiménez), también en revistas escobarenses como Náugrafos (editada por Rodrigo Delgado) o La gata peluda (editada por Mariano Giambruni).
También contó que sobre el extrañamiento que da la lectura: “la literatura me ha dado la multiplicación de la experiencia” y también declaró “escuchar algo auténtico en la calle me suele inspirar un poema”.

Las lecturas
Al llegar al momento de las lecturas, Thais leyó un fragmento de su ensayo sobre Ana Frank. Por su parte, Ignacio leyó un poema de su autoría y compartió un poema de Francisco Luis Bernárdez, El bosque, que compartimos a continuación:

El bosque de Francisco Luis Bernárdez

Abrí los ojos inocentes y vi la luz entre los árboles enormes.
El alba entraba en la espesura, y en cada brizna se acordaba de su nombre.
Con el fulgor que amanecía, llegaba un aire sin deseos ni rencores.
Y despertaba en la arboleda cosas más vivas que el silencio y que la noche.
Las flores mudas se animaban, y recobraban sus perfumes y colores. 5
Los dulces pájaros tendían su firmamento de cristal entre las flores.
Las hojas nuevas palpitaban con alegría de pequeños corazones.
Y su rumor de lluvia lenta se difundía con el aire por el bosque.
El mundo virgen reservaba su ser de hierro y de dolor para los hombres.
Y ante mis pasos infantiles era de pétalos, de plumas, de canciones. 10

El aire lento y candoroso creció conmigo en el fervor de la mañana.
Y, convertido en ronco viento, latió con fuerza entre las hojas aterradas.
Después cerró sus torvos puños y levantó su voz de abismo y de montaña.
Y fue llenando el bosque inmenso con el clamor de su pasión desenfrenada.
Las grandes copas se movían como las olas cuando el viento las desata. 15

Y de las últimas raíces subían ríos de furor en vez de savia.
El huracán enloquecido siguió creciendo como el fuego entre las ramas.
Y en lo más alto de su furia se resolvió calladamente en lluvia mansa.
Entonces fue cuando la selva me descubrió lo que en su pecho me ocultaba.
Su viejo amor era más puro visto a la luz resplandeciente de sus lágrimas. 20

Entre perfumes y tormentas, llegué sin rumbo al esplendor del mediodía.
Pero los árboles de siempre se repetían sin descanso ante mi vista.
La selva eterna me abrumaba con el rigor de sus cadenas sucesivas.
Y hasta sus íntimas dulzuras me parecían amarguras infinitas.
Algunas cosas eran rejas por donde el bien de la verdad se presentía. 25

Pero las más se levantaban como murallas sin perdón y sin salida.
¿De qué servían los consuelos de las corolas y las aves escondidas?
Trinos y aromas eran vagas insinuaciones de la luz que yo quería.
Entre las hojas destellaban algunas gotas de esperanza lejanísima.
El cielo azul brillaba en ellas con todo el brillo de su amor y su alegría. 30

La primavera y el verano se consumieron con el sol en la arboleda.
Y todavía estoy buscando por dónde huir de la prisión que me condena.
La luz callada se marchita con emoción entre las alas que regresan.
Y las abejas rezagadas liban el resto de dulzura que hay en ella.
Las tibias huellas de la tarde se van borrando poco a poco en la maleza. 35

Y, con la brisa que se apaga, llega el perfume de la noche que se acerca.
El aire mustio del otoño cuenta su historia de suspiros y de ausencias.
Y la arboleda, que lo escucha, llora en la sombra sus primeras hojas secas.
El llanto alivia dulcemente la pesadumbre silenciosa de la selva.
Y, por los claros de las frondas, el firmamento solitario la consuela. 40

Con las tinieblas de la noche, vendrán por fin las del invierno que se anuncia.
Y seguiré, como hasta ahora, buscando en vano una salida en la espesura.
En el silencio despiadado, la obscuridad irá creciendo con mi angustia.
Y pesará sobre la selva como la piedra silenciosa de una tumba.
Pero el rigor del viento helado desnudará las ramas yertas y confusas. 45

Y, por los árboles sin hojas, el firmamento invadirá la tierra obscura.
La paz del cielo solitario se extenderá por mi prisión como una música.
Y, con sus dedos invisibles, desatará mis dolorosas ligaduras.
Libre de todas sus cadenas, mi corazón despertará de su amargura.
Y, palpitando con el cielo, se irá perdiendo en la verdad y en la hermosura. 50

El micrófono
Abriendo paso al segundo momento, el del micrófono abierto, donde participaron: Mélody Cars, su poesía, ¡Pensar y Expresar deben ser igual! Emanuel, poesía llamada, “Noche cultural”, Pablo Villalba leyó “Garúa”, Viky Baldi su poema “Viejas palabras”, Guillermo Grennon, con su texto titulado “Un botón”, Juan Ignacio Kabur (autor de Versos ferales) con su poema Océano, Alfredo Maggio leyó “Mi vuelta diaria”, un breve escrito suyo, Daniel Moreno con su texto “El concheto y la murga”, y finalizó Zulema Farías con “Quizás”.

Próximo encuentro por Zoom (pedir link y contraseña al WhatsApp 348 4532083):
Jueves 22/7 a las 19 horas con Nicolás Rivero & Aída Holtz

Txt: Cristián Trouvé 

Foto: Pablo Villalba 

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