Cultura

Una historia que va como piña

En el marco del 60 aniversario, nuestro municipio encargó un documental audiovisual y un libro de historia, al historiador Felipe Pigna y su equipo. Un trabajo de varios meses recopilando información, realizando reportajes, consultando documentos para tal fin, libro titulado: “Escobar. El pueblo con historias dignas de contar”-

En cuanto al libro, el tema de esta columna, se trata de un libro breve pero preciso, contundente y con métodos de las ciencias sociales.

Empieza, como todo libro de historia, con el principio: en este caso, los primeros pobladores de estos 303 kilómetros cuadrados que conforman el partido de Escobar (pampa ondulada, bajíos ribereños y el Delta del Paraná). Estas características del territorio han ido jalonando las formas de vida, los sueños y aspiraciones de los habitantes.

Hace tan solo 2500 años a partir de la Barranca de El Cazador, todo era playa marina y el Atlántico, no existía el último tramo del Delta del Paraná (el humedal). Por tanto, los originarios que habitaban esta zona de la provincia “no constituían un bloque monolítico sino una diversidad de comunidades, culturas y maneras de vida. La interacción entre dichos pueblos y las complejas relaciones con los invasores europeos muestran la gama de elementos que conformaron nuestra cultura.

Querandíes, guaraníes y chaná-timbúes son nombres con los que los identificaron los conquistadores españoles (no conocemos los nombres que se daban a sí mismos). Tampoco conocemos con exactitud sus lenguas. Los querandíes constituían las comunidades del norte bonaerense y eran de elevada estatura (1,75 a 1,80 metros) mientras que el promedio de altura de los españoles era de 1,55 metros. Ellos creían que había vida después de la muerte y en sus tumbas colocaban alimentos y todo lo que el muerto fuera a necesitar en la otra vida.

Los conquistadores, luego de esclavizar o masacrar a los aborígenes se repartieron las tierras, tocando en suerte, el hoy territorio de Escobar al propio Juan de Garay y a su hijo (el Cazador y Maschwitz) a Pedro de Sayas y Espeluca (Belén de Escobar), a Hernando de Mendoza (Belén, Loma Verde y Matheu), y a Alonso de Escobar (Maquinista Savio y Garín).

El libro continua con las haciendas, las estancias, los padres betlemitas, la revolución de 1810, el modelo agro exportador, la llegada del ferrocarril, la inmigración, las asociaciones de los inmigrantes, las primeras empresas, la configuración de las localidades, la obra de Salamone, la autonomía municipal, etc., etc., etc.

txt: Cristián Trouvé 

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